“Diversión” fue la palabra clave el pasado Día de la Niña, celebrado en el colegio Santa Inés. Juegos, alegría, golosinas y muchas sorpresas marcaron una jornada colmada de sorpresas.
El día del niño es una celebración que tiene más de cuarenta años. Fue en 1954 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) recomendó que se instituyera en todos los países el Día Universal del Niño; una fecha exclusivamente consagrada a reafirmar los derechos de los niños y a destinar diversas actividades para lograr el bienestar de los niños del mundo.
Es un día especial dedicada a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo. Fue el 20 de noviembre de 1959 cuando se aprobó la Declaración de los Derechos de los niños la que fue ratificada por UNICEF el 20 de noviembre de 1989.
Cada país lo celebra en fecha y forma diferente, de acuerdo a como cada gobierno lo cree pertinente; pero su significado sigue siendo el mismo en todos.
Chile adscribió a esta convención el 14 de agosto de 1990 y he ahí la celebración en el octavo mes del año. Esto coincide con que se celebra el mes ocho, número que representa la plenitud de Dios. No podemos olvidar que Jesucristo fue quien llamó a cuidar a los niños y a educarles conforme el Evangelio, dando especial importancia a ellos durante su paso por la Tierra.
Así, esta fiesta que representa la igualdad, la fraternidad y la reafirmación de los derechos universales de las niñas y niños se convirtió en una instancia para que las familias, los colegios y las instituciones confirmen el respeto hacia las futuras generaciones. Su derecho a educarse, a recibir abrigo, una familia, comida, casa y formación cristiana, como es el caso de nuestras alumnas.